Germán Ruiz y la realidad de un reto
Háblanos de ti y de lo que haces
Fui dado a luz en Albacete. Soy profesor titular en la Universidad Complutense de Madrid, escritor y creativo.
De pequeño me decían «este niño tiene una imaginación desbordante»… y así sigo.
Me presenté a algunos concursos y gané los primeros premios. Recibir un premio es como pararte un momento fugaz a contemplar el paisaje, mientras estás subiendo una gran montaña.
Escribo de todo: poesía, relato, novela, infantil… Me encanta ponerme a prueba, retarme, con nuevas historias y formas de expresión, también generando contenido audiovisual para enriquecer el diálogo con los lectores.
Mi lema es: «¿Te gusta leer? A mí me gusta escribir».
¿Por qué te dedicas a tu profesión/afición?
El arte es exteriorizar la verdadera belleza del ser humano, la belleza interior. No te lo puedes quedar para ti solo. Es como respirar. No sé si la literatura puede cambiar el mundo, pero estoy seguro de que sí puede cambiar el corazón de algunas personas.
¿Cuáles son tus inspiraciones?
La realidad: la cruda realidad y la tierna realidad.
No puedo evitar conmoverme ante la debilidad del ser humano. El amor. Tampoco puedo evitar revolverme ante la injusticia. Otro motor que hace temblar mi teclado es la naturaleza.
¿Qué objetivos tienes a corto-medio plazo?
Vivir el Cielo en la Tierra.
Terminar de escribir mi actual novela, mi mayor reto hasta la fecha. Ni yo mismo sé cómo catalogarla.
Un recuerdo que te motivó hacia tu profesión/afición
Mis primeras redacciones en el colegio. Mi libreta manuscrita de poesía en el instituto.
Un deseo que te inspire
Algún tipo de justicia que escuche y proteja a los más débiles de la sociedad.
Puesto que en la realidad no se da, tal vez en la ficción podamos conseguirlo, que no es poco tener al menos una conciencia.
Un espacio de Albacete que te inspire
Cualquier lugar desde el que se pueda ver nuestra galaxia.
En caso contrario, el parque San Antón.
[Parque San Antón | Fuente: Wikimedia Commons]
Eslabón Relatio | Buscar la continuidad de nuevas montañas que alcanzar, sin dejar de parar en el camino para respirar y observar. Gracias Germán.
Germán Ruiz Web